No culpes a nadie por dejarte de querer.
No culpes a nadie por provocarte tristeza, porque nadie provoca tristeza a nadie.
Nadie es bueno completamente ni malo completamente.
Todos cometemos errores.
Aprendé a entender a los demás, y a mirar más dentro de vos mismo.

Nadie puede hacerte llorar si sos lo suficientemente feliz.
Y finalmente recordá que la felicidad no sólo consiste en tener cosas materiales, si no que la felicidad está dentro de vos mismo. Buscála y encontrála.
Cada uno es dueño de su propia felicidad, y nadie más debería alterarla.
Si pensas que alguien te hizo mal, volvé a pensarlo nuevamente todas las veces que sea necesario, ¿no es la debilidad un defecto?. Mejor aprendé a ser fuerte, antes de culpar a los demás por hacerte daño.





Y si alguien te engaña al decir te quiero, pon más leña al fuego y empieza de nuevo...

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