"En la soledad de mi estudio contemplo el reloj que perteneció a mi padre, la vieja máquina de coser New Home de mamá, una jarrita de plata y el Colt que tenía papá siempre en su cajón, y que luego fue pasado como herencia al hermano mayor, hasta llegar a mis manos. Me siento entonces un triste testigo de la inevitable transmutación de las cosas que se revisten de una eternidad ajena a los hombres que las usaron. Cuando los sobreviven, vuelven a su inútil condición de objetos y toda la magia, todo el candor, sobrevuela como una fantasmagoría incierta ante la gravedad de lo vivido.
Restos de una ilusión, sólo fragmentos de un sueño soñado.

Adolescente sin luz, tu grave pena llorás, tus sueños no volverán, corazón, tu infancia ya terminó

La tierra de tu niñez quedó para siempre atrás, sólo podés recordar, con dolor, los años de su esplendor. Polvo cubre tu cuerpo, nadie escucha tu oración, tus sueños no volverán, corazón, tu infancia ya terminó".

Ortega y Gasset, José
"La vida alrededor.
Meditaciones para entender nuestro tiempo."

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